martes, junio 29, 2004

(20-III-04)

Cuando entro en la costumbre de recorrer distancias largas pareciera que los viajes se vuelven, practicamente, una susecion de lugares conocidos. Espacios, imágenes, carteles que me llevan a un escena, a un momento en particular. Sería como una sucecion de viajes hacia mi pasado, viajes en mi interior. Lo raro, lo extraño es como el mismo viaje nunca representará la misma tira de imágenes. Cada día las historias se repiten distintas, a veces faltan detalles, a veces sobran los sentidos.
Un edificio, el bar a dos cuadras, la charla, el cigarrillo a mitad fumar. El timbre, la anécdota, las risas, su risa, su risa conmigo, ella, ella conmigo...
El viaje es en cierta forma el manojo de lugares comunes, a veces repetidos, que forman esa cadena de recuerdos. Siempre desordenados, siempre desordenados...como mi cabeza.