viernes, marzo 11, 2005

De mi cuerpo a mi ego

Fue entre un cigarrillo a mitad fumar y alguno de los mil mates, que volvi atras seis meses por lo menos. Vos distendida, regalando fraces y semi-sonrisas al resto de la habitacion vacia (Dios! si conozco esa habitacion en momentos mas acompañados),y yo sufriendo cada sorbo, lento, con miedo a que se escuche como trago con nervios.
Un deja vú mentiroso, la imagen torcida de algo que paso antes de lo importante, de lo que siempre deja marcas (lo bonito siempre deja marcas). Pero de esta secuela vos estabas ajena, no te temblaban los dedos, no se resbalo ni un mate (no creo ser yo el único que tiembla por las manos lo que no puede por el cuerpo); ni entre cigarrillos se alteró tu respiracion.
No se si me dolió mas percibir (confio mas en mi cuerpo que en cualquier palabra) que de verdad no sintias nada, o pensar que no dejé nada, nada que se vea, que se sienta. Te di (me diste) hasta lo que se explica solo con el cuerpo. Te regale (me regalaste) la musica que hicimos de los dos. Te extrañe y no me extrañaste, y eso dolio por un mes de montañas y kilómetros de sal, pero sin lagrimas.